Las Sendas Antiguas
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"Mi Pueblo Sabrá Mi Nombre"
Si alguien que ha caido en un pozo te grita, “Oye, fulano, ¿podrías ayudarme a salir de aquí?" Tú sin dudar le ayudarías a salir, incluso si “fulano” no fuese tu nombre, y sin siquiera pensarlo. ¿Pero que tal si después te presentas a ti mismo y ambos llegan a ser amigos, pero él sigue llamándote fulano? Tú lo encontrarías extraño y un poco irritante, ¿verdad? Aún así, esta es la forma exacta de como nuestro creador es tratado.





..."¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?" (Proverbios 30:4)

¿Cómo puedes realmente amar a alguien cuyo nombre tú ni siquiera conoces? Esta conexión esta directamente marcada en la poesía paralela de la Escritura:

  “Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.” (Salmo 91:14)

La Biblia dice, “Yo soy el Señor, ese es mi nombre”, ¿Verdad? Y su nombre es “Dios” ¿Correcto?

¡No! “Señor” y “Dios” son substitutos para los títulos hebreos Elojim y Adon ó Adonai. Por lo menos esto es como llamarle “el Jefe” ó “Amo”. Esto puede ser suficiente respeto en algunas situaciones. Hay precedencia Escritural para algún uso de tales títulos. Pero cuando le llamamos directamente y en la intimidad como El desea, esto puede ser tan impersonal como llamarle “el hombre de arriba” o refiriéndote a tu mejor amigo como “ese fulano”.

Incluso títulos legítimos no son siempre suficientemente específicos. Elojim puede tambien referirse a otros seres angelicales o demoniacos, e incluso a jueces humanos. En su raíz significa “seres poderosos”.

Los Diez Mandamientos son simplemente llamados en hebreo “Las Diez Declaraciones”. La primera es, “Yo soy Yahweh tu Elojim”. La primer cosa que El quiso de su pueblo acerca de El mismo fue su propio nombre. ¿Por qué? Porque revela mucho acerca de quien es El. El “buen nombre” de uno es su reputación. Lingüísticamente, Yahweh aparece ser una composición de varios tiempos de la palabra hebrea “ser”: Hayah, Hoveh y Yihyeh –junto significa “El que fue, es y será.”

En la zarza ardiendo, El ordenó a Moisés que: Así dirás a los hijos de Israel: YAHWEH el Elojim de vuestros padres, el Elojim de Abraham, el Elojim de Isaac y el Elojim de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos. (Ex. 3:15)

Sí, El quiere que su nombre sea recordado, ¿Por qué fue su nombre substituido con títulos traducidos cuando los nombres hebreos de tantos otros en la Escrituras como Abraham ó David fueron transcritos tan cerca como fue posible? El Tercer Mandamiento dice:

  “No traerás el nombre de YAWHEH tu Elojim a nada.” (Ex. 20:7)

Nosotros podemos traer su nombre a nada por proclamar ser su pueblo y aún así prácticamente negar que El realmente tiene poder y confiar en otras seguridades. Pero nosotros podemos también nulificarlo por suspender el uso de su nombre cuando nosotros deberíamos. Por supuesto que nosotros nunca debemos usar su Santo Nombre con ligereza. Nosotros hemos visto lo que se ha hecho al nombre “Dios”, así El, probablemente guardó su verdadero nombre de difundir su uso hasta que dejemos de mezclar la verdadera adoración hebrea con paganismo. Pero los Salmos muestran que El quiere que usemos su verdadero nombre. Nosotros vemos evidencia de su uso diario (pero con respeto) en Israel antiguo cuando Booz saluda a sus segadores con: “Yahweh sea con vosotros”, y ellos respondieron: “Yahweh te bendiga” (Rut 2:4).

"Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Elojim. Yo soy Yahweh." (Lv. 19:12)

Profanar su nombre es más que solo usarlo como un “juramento” Puede también incluir substituirlo con nombres extranjeros que fueron una vez usados para dioses paganos:

  Yo [soy] Yahweh; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas. (Isaías 42: 8)

Si los ídolos no tienen poder, la única manera que su gloria puede ir a ellos es por que nosotros demos a otras deidades crédito por lo que El actualmente ha hecho. E incluso tú quizás has hecho esto sin realizarlo o intentarlo.

¿Qué tal si tu esposa te sigue llamando por el nombre de su ex-novio? ¡Sin embargo esto es lo que nosotros hacemos si nosotros llamamos a Nuestro verdadero Amo y Señor por el nombre por el cual nuestro viejo Amo fue conocido!. Tú puedes ver que “Dios” no es simplemente una traducción neutral para el verdadero nombre de Yahweh. Dios actualmente viene de un origen pagano.

La palabra hebrea para “elojim” (como también “el” y “eloah”), ha sido traducida como theos en griego, relacionando al parecido dios griego, deus en latín, dius y divus en latín. El latín dies (día) se origina también de la misma palabra, a saber, dieu o su relativo deieu y diuios. En relación con esto Dieus o Zeus griego, el Ziu, Teutónico, el Diovis o Jovis romano y el equivalente romano de Zeus, a saber, Júpiter, formado de Dies-piter.

La mayoría de los lingüistas rastrean estas palabras hasta el deva védico, que corresponde al latín deus, que significa “brillante,” y el indoeuropeo Djeus, que significa también ” ó “brillante” o “lustroso”.

Con la raíz div, deva ó diu que significan “brillar”, es fácil comprender la afinidad de las naciones paganas y la adoración al sol, el cielo brillante, la deidad celestial –la deidad que trae la claridad del día. Estas raíces se encuentran todavía en las palabras “divino”, “divinidad”. Y “deidad” –todas se derivan de la brillantez de la deidad celeste o deidad solar. ¿Cómo podemos llamar a nuestro Amo por tales títulos? Él no acepta adoración que imita practicas paganas (Lev. 20:23; Dt. 12:4) Incluso el mencionar los nombres de deidades paganas es una abominación para Él. (Ex.23:13; Jos 23:7).

  “Continuamente mi nombre es blasfemado todo el día. Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre” (Is. 52:6)

Esto fue una prioridad muy grande para Yahshua. Cuando mencionaba a su Padre en Getsemaní de cómo El había terminado el trabajo que le había sido dado a El para hacer, El oró, “He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste.” (Jn. 17:6) Si necesitaba ser “manifestado” o “revelado”, debió haber estado escondido. Los líderes religiosos de su tiempo habían prohibido a cualquiera pronunciar el nombre de Yahweh. Yahshua no estaba de acuerdo con esta práctica, la cual tuvo su raíz de un taboo babilónico de no hablar los nombres de sus deidades, puesto que ellos no querían que los “dioses” les prestaran demasiada atención.

Yahweh dice que cuando su pueblo “invocará mi nombre, y yo le oiré...” (Zac. 13:9) ¿Pero porque no queremos que nuestro Elohim, quien deseamos que nos bendiga, nos ponga atención? Así los Macabeos reinstalaron el uso del nombre. Llegó a ser ampliamente usado que la gente estaba escribiéndolo en toda clase de documentos para negocios, los cuales terminaban algunas veces en la basura. Así líderes preocupados fueron al extremo opuesto y otra vez prohibieron su uso completamente, excepto para el Sumo Sacerdote en el Día de la Expiación.

El Talmud (cometario Judío sobre las escrituras) dice que los líderes rabínicos declararon que se debe hacer todo lo posible para obscurecer la verdadera pronunciación del nombre. El texto Masorético del siglo octavo agregó un sistema de puntos debajo de las consonantes hebreas que constituían las Escrituras originales, para hacer la pronunciación más fácil para la gente que ya no hablaba hebreo diariamente.

Pero en el caso del nombre Sagrado, ellos deliberadamente agregaron las vocales incorrectas, así que nadie pudiera accidentalmente pronunciarlo correctamente.

La interpretación común en español “Jehová” actualmente resulta de que los traductores sean ignorantes de esta substitución. En 134 casos ellos incluso substituyeron el nombre Adonai donde el texto sagrado actualmente dice YHWH. Adonai es aceptable en otro lugar, pero añadiendo o quitando de su Santa Palabra es directamente prohibido. (Dt. 4:2; Ap. 22:18)

Si los judíos y la iglesia dejaron de usar el nombre actual que estaba escrito sin vocales, ¿Cómo podemos estar seguros de estar diciéndolo correctamente?

  “Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Elohim, O alzado nuestras manos a dios ajeno, no demandaría Elohim esto?” (Sal 44:20-21)

La única forma para reparar esta situación es que “del nombre de Yahweh nuestro Elohim tendremos memoria.” (Sal 20:7; comparar con Jer. 23:27)






Los judíos ortodoxos dicen que una razón por la que su nombre fue escondido es el exilio de Israel; un concepto relacionado con Yahweh escondiendo su rostro. (Deut. 31:17-18; Ez. 39:25-29) Pero el Rabino Pinchas Winston afirma la tradición de que cuando la redención tome lugar (en el que ambas casas de Israel sean traídas a casa juntas) al amanecer de la era Mesiánica, el nombre sagrado volverá a ser pronunciado como esta escrito.

Así nosotros tenemos más una razón positiva para usar su nombre real: significa que nuestro exilio está pronto a terminar. La Escritura soporta completamente esto.

  “...me llamarás Marido mío, y nunca más me llamarás Baali [Mi señor]. Porque quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mentados por sus nombres” (Os. 2:16-17)

  “Por tanto... enseñarles he mi mano y mi fortaleza, y sabrán que mi nombre es Yahweh.” (Jer. 16:21)

“...que santificarán mi nombre;” (Is. 29:23) Pero si ambos, judíos y cristianos pararon de usar el verdadero nombre que esta escrito sin vocales, ¿Cómo podemos estar seguros de que estamos diciéndolo correctamente?

No puede ser “Jehová”, porque en hebreo empieza con “Y” (Yod). Por tanto el nombre hebreo del Mesías no puede ser “Jesús” Este es actualmente una transcripción de sexta mano del hebreo “Yahshua”.1

Otros dicen que debería ser Yahveh debido a la pronunciación moderna del hebreo.2 Pero la transcripción a otros lenguajes de cuando el hebreo antiguo era usado diariamente apuntan que “Yahweh” es la forma como fue dicho en tiempos Bíblicos.3

Yahweh ha pasado por alto nuestra ignorancia y respondido a nuestra necesidad incluso cuando usamos el nombre incorrecto. Pero una vez que sabemos los hechos, debemos inmediatamente arrepentirnos y dejar los errores pasados atrás. (He. 17:30) “porque a cualquiera que fué dado mucho, mucho será vuelto a demandar de él.” (Lc. 12:48)

¿Cómo puedes tú empezar? Si tu tienes una Bíblia típica en español, donde tú veas las palabras “Jehová” o “SEÑOR”(Mayúsculas), reemplázala con el nombre correcto, “Yahweh”. Donde tú veas “Dios” empieza pronunciándolo como Elohim (Elojim), donde veas “Señor” empieza leyéndolo como “Adonai”. Lee “Jesús” como “Y’shua” o “Yahshua”.

Hagámoslo correcto esta vez, no yendo a ningún extremo en profanando su nombre o “trayéndolo a nada”.



* La versión Aramea de Y’shua para el griego Iesous (debido a que el sonido “sh” no existe en griego) En Alemán la misma pronunciación fue interpretada “Jesús” debido a que la “J” tiene el sonido “y”. Nosotros frecuentemente escribimos Yahshua para distinguirlo del primer Y’hoshua (quien nosotros conocemos como Josué) –también para mostrar la conección con el nombre de Yahweh más claramente. Hay también evidencia de que pudo haber originalmente sido pronunciado Yahushua.

** Esto resulta de la influencia del alemán/yiddish, el cual no tiene sonido “w”. La letra equivalente en árabe (el cual es más cercano el hebreo pero continua siendo usado diariamente, al contrario del hebreo, el cual por mucho tiempo fue solamente usado en liturgia como lo es el latín hoy en día) es pronunciada como una “w”.

*** El Historiador Josephus, cuya vida coincidió con el tiempo de Yahshua, dijo que el nombre se formó de 4 vocales. (Guerras de los judíos, libro 5, capítulo 5, sección 7) El estuvo escribiendo a una audiencia romana cuya Lingua franca fue el griego. Los primeros padres de la Iglesia como Clemente de Alejandría lo transcribió al griego como el equivalente de IAUE. Theodoret dijo que Iaove fue una variación usada por los Samaritanos. (La Enciclopedia Judía, vol. 9, p. 161). Anson Rainey, un arqueólogo notable y profesor de Lingüística Semítica en la Universidad de Tel Aviv, cita la mejor pronunciación del papiro griego encontrado en Egipto como “Iaouee”. (London Papyri, xivi, 446-483). El Diccionario Inglés Oxford da IAHUE como otra.